Aprendiendo de los primeros activos financieros

Wupplier
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3 min readJan 4, 2017

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La revolución digital que acontece en la actualidad, presenta un sinfín de ofertas disruptivas entre las que destacan nuevos productos financieros, y donde Wupplier lucha por ganar su sitio en el mercado. Mirando hacia el pasado resulta imprescindible el análisis de la creación de los productos financieros tradicionales, ahora amenazados por las nuevas tecnologías.

Cuando la monarquía francesa se enfrentaba a problemas de financiación en el S.XVIII, encontró formas muy creativas de captar fondos, una de ellas fue la venta de anualidades; bonos del gobierno que pagaban una cantidad fija hasta la muerte del propietario de dicha anualidad. Estas anualidades, fueron muy populares entre el público por garantizar un ingreso vitalicio en tiempos anteriores a la creación de las pensiones de jubilación. También contaban con gran popularidad entre la corte francesa, que recibía el dinero por adelantado.

La monarquía apuntaba como público para la venta de estas anualidades a hombres adinerados, normalmente en sus años 50, que dadas las bajas expectativas de vida en la época, típicamente no les quedaban muchos años. El precio de las anualidades se establecía para que resultase una transacción justo para estos hombres. No obstante, era posible para el comprador de la anualidad derivar la dependencia de los pagos, no a su propia vida, sino a la de otra persona. Esto no pasaría inadvertido para inversores inteligentes de la época que pretendían obtener rentabilidades de las arcas públicas; se presentaba atractivo elegir niñas jóvenes (antes y ahora, las mujeres vivían más que los hombres) y con predisposición genética a vivir más años, como beneficiarias de los pagos de la anualidad. Un grupo de niñas de 10 años, cuidadosamente seleccionado tendría muchas más posibilidades de sobrevivir por más tiempo que el beneficiario típico de la anualidad, y los pagos recibidos durante su vida excederían por mucho el coste de la anualidad.

Esto es precisamente lo que un grupo de banqueros en Ginebra hizo. Seleccionaron un grupo de niñas estableciéndolas como beneficiarias de la anualidad. Posteriormente combinaron estas anualidades para diversificar el riesgo de una mortalidad pronta por accidente y vendieron títulos en éste a ciudadanos suizos, creando uno de los primeros activos titulados que se conocen. Ésta liquidez les permitió volver a llevar a cabo la transacción durante varias veces más. Los banqueros, no obstante, no consideraron el riesgo del gobierno, y cuando llegó la revolución francesa de 1789 tanto los banqueros cómo los compradores de los activos perdieron su dinero.

Esta anécdota nos recuerda la importancia de llevar a cabo un profundo análisis del riesgo para últimamente permitir la alocación eficiente de los recursos. En Wupplier tenemos la misión de ayudar en la democratización de las finanzas que nos permiten las nuevas tecnologías, para ganar relevancia en el sector bancario tradicional, permitiendo mayor transparencia en las transacciones financieras, y últimamente dando acceso a capital a compañías sin acceso previo y a inversores a un nuevo producto financiero.

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